viernes, 18 de noviembre de 2022

 


 

La Campaña de valores que lidera la Comisión de Integridad Gubernamental y Cumplimiento Normativo 2022, de la BNPHU, te invita a reflexionar sobre la SOLIDARIDAD, una actitud que nace del respeto a la dignidad de las personas.

 

Como valor humano, la solidaridad va más allá de tender la mano a quienes se encuentran en situación de necesidad. También, el cumplimiento de nuestras obligaciones es un gesto solidario con el avance de nuestra sociedad.

 

La solidaridad se puede mostrar de muy diferentes maneras en el día a día, incluso en pequeños gestos como ceder un asiento o el turno a un anciano, ayudar a alguien que lleva un paquete pesado, consolar a una amistad o una persona conocida que no esté bien.

 

Como ente social eres solidario cuando:

 

  • Donas lo que no utilizas.
  • Haces voluntariado social.
  • Practicas el consumo responsable.
  • Das comida a los desamparados.
  • Te comprometes con las metas de tu centro de trabajo.

La solidaridad es uno de los valores más elevados del ser humano. Supone un trabajo espiritual y de conciencia para quien lo practica y es un elemento necesario para garantizar la existencia humana.

 

Cultivarla requiere de un ejercicio constante, dejar atrás el egoísmo y entender el dolor, la carencia y la desesperanza de los demás, pero, sobre todo, saber que podemos ayudarlos. La solidaridad no exige riqueza a quien desea practicarla, solo pide un corazón abierto y sensible. La oportunidad de dar siempre está presente, una persona solidaria es capaz de detectarla y brindar su apoyo en el momento justo.

 

Características de una persona solidaria

  • Sensible y empático. Reconoce los sentimientos y necesidades de las personas a su alrededor. Las siente como suyas y trata de ayudarlas.
  • Compromiso social. Tiene conciencia de su papel en la comunidad. Sabe que solo el trabajo en equipo puede sortear las grandes problemáticas sociales.
  • Afectuoso y respetuoso. Identifica con facilidad el momento para brindar la escucha activa y un abrazo.
  • Previsor. Es capaz de imaginar escenarios futuros e idear cómo solucionar la problemática que se avecina.
  • Generoso y desapegado. Es una de las características de una persona solidaria más esenciales. Brinda lo que está en sus manos: recursos, esfuerzo, talento, afecto. No espera recibir una recompensa, y en todo momento lo hace de corazón.

 

 

Solidaridad en el trabajo

 

El ambiente laboral es un escenario ideal para cultivar la solidaridad. Ya sea que se trate de un proyecto en específico o el bien general de la institución, podemos encontrar numerosas oportunidades de sumarnos a una causa común junto a otras personas, a lo interno de un mismo equipo o de otros departamentos.

 

Ayudar al otro nos permite satisfacer esta gran necesidad que tenemos los seres humanos de ser parte de un grupo, al tiempo que mitigamos una carencia de otra persona. Entre las características de una persona solidaria se encuentra el gusto por estos momentos de compartir y hacer equipo.

 

Si detectas alguna oportunidad de ser solidario, alégrate y ponte en acción. Aporta lo mejor de ti para que esa causa sea superada con éxito. La persona solidaria contagia de generosidad y amor a quienes le rodean

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